Un colorido pasacalle y el sonido de las bandas de bronce irrumpieron por las calles céntricas de Alto Hospicio, para luego participar en una rogativa con la cual se dio la bienvenida al año nuevo indígena.
Un pasacalle, bandas de bronce, agrupaciones de baile y comunidades originarias participaron en el tradicional Machaq Mara o bienvenida al Año Nuevo Indígena, actividad que fue organizada por la Municipalidad de Alto Hospicio a través del Departamento de Deportes y Cultura.
Un colorido pasacalle y el sonido de las bandas de bronce irrumpieron por las calles céntricas de Alto Hospicio, para luego participar en una rogativa con la cual se dio la bienvenida al año nuevo indígena, jornada donde se oró por todos los habitantes de la comuna, sus autoridades y el desarrollo de la ciudad.
La actividad fue encabezada por la administradora municipal, Rosa María Alfaro, quien estuvo acompañada de los concejales René Cáceres y Sergio Reyes, representantes de Carabineros y la Policía de Investigaciones, además de cientos de asistentes al evento.
Más tarde se realizó una presentación de las agrupaciones Mapuche, Tinkus Yaretas, Tinkus Hijos de Ancuaque, Tobas Guardianes del Amazonas, Caporales Centro Andino, Caporales Inamuxa y Caporales Sayani, además de bandas de bronce, todos los cuales fueron ovacionados por los casi dos mil asistentes que se dieron cita en la explanada del gimnasio techado municipal.
El director de Deportes y Cultura de la Municipalidad de Alto Hospicio, Osvaldo Zenteno, destacó la gran convocatoria de público. “La celebración del Año Nuevo Indígena ya forma parte de las tradiciones de la comuna. Alto Hospicio tiene una gran población originaria y no se trata sólo de aymaras, sino también de mapuches que se han radicado en la cuidad y han conformado sus propias agrupaciones culturales. Forma parte de las políticas municipales, brindar los espacios necesarios para las diversas expresiones culturales, lo que hemos venido impulsando en estos nueve años de administración del alcalde Galleguillos”, sentenció.
La actividad concluyó con una pawa o rogativa aymara donde se pidió por el crecimiento y desarrollo de la comuna, concitando la atención de casi 2 mil asistentes.
